Postal pop-up con frisos de flores gofradas

Las tarjetas postales antiguas pop-up eran apreciadas por su interactividad con el lector. En muchos casos, las piezas articuladas ricamente decoradas, gofradas y troqueladas, se desprendían por el uso y la propia manipulación.

La composición de esta tarjeta postal es compleja. No solo consiste en una lámina de cartón impresa, sino que se compone de dos, creando un espacio entre lámina y lámina. Así pues, el mecanismo del desplegable se situaba en la parte interior, asomando únicamente por el rebaje de la parte superior a modo de tirador, y por los orificios del anverso. Una vez colocado el mecanismo del pop-up, las dos láminas se sellaban por adhesivo y por presión, dejando la impresión de las flores gofradas.

Al tirar del tirador, las piezas interiores eran arrastradas, haciendo tope en los orificios del anverso y desplegándose perpendicularmente a este. Al empujar el tirador, el desplegable volvía a su posición plana.